martes, 9 de octubre de 2007




El senador socialista José Vicente González Bethencourt y el concejal de Patrimonio Histórico de Santa Cruz, Alfonso Soriano, coincidieron ayer en la necesidad de una actuación urgente en el templo masónico antes de que lleguen las primeras lluvias, así como culminar el expediente de declaración de este inmueble como Bien de Interés Cultural (BIC). Así aseguró ayer el propio González en un comunicado y fuentes del Ayuntamiento capitalino.


El senador puso en conocimiento del concejal las actuaciones hasta ahora realizadas tanto en el Ministerio de Cultura como en el Ayuntamiento, el Cabildo y Gobierno canario para la rehabilitación del templo masónico, y le informó de los detalles del convenio firmado en Madrid a principios de septiembre entre el Ministerio de Cultura y la Gran Logia de España, para la reproducción de toda la documentación y material incautado tras el 18 de julio de 1936, existente en el Archivo General de la Guerra Civil de Salamanca. Ambos se comprometieron a mantener reuniones periódicas para un seguimiento del proyecto de rehabilitación.


González pidió al Ayuntamiento una actuación urgente para reparar los tejados y ventanas antes de que lleguen las lluvias, a fin de preservar el interior del edificio de la entrada de agua e inclemencias del tiempo. También reclamó una inversión urgente de los 250.000 euros presupuestados para 2007 y 150.000 para 2008 por la Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz. Igualmente, solicitó "garantías de que no penetren o pernocten en el edificio personas ajenas a la obra de rehabilitación o de interés del templo, procediéndose por patrullas de la Policía Municipal a la vigilancia periódica del templo".


Según el político socialista, Soriano Soriano se comprometió ayer a realizar las gestiones necesarias para conseguir que el expediente de BICiniciado el 1 de septiembre de 2002 sea ultimado por el Cabildo y el Gobierno de Canarias. El Ayuntamiento concluirá cuanto antes el proyecto de rehabilitación, que, según el enador, ya tiene dos meses de retraso, con el objetivo de recuperar su estado original antes del 18 de julio de 1936. Otro de los puntos en que hubo coincidencia ayer es que una Fundación para el Estudio de la Masonería gestionará la utilización futura del templo, abierto a la ciudadanía, y especialmente a investigadores, periodistas e historiadores.

jueves, 4 de octubre de 2007

Masonería en España

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 22, 05.07 TERRA (EP/IP)


El director del Archivo de la Guerra Civil Española de Salamanca, Miguel Ángel Jaramillo, es uno de los protagonistas del curso 'La masonería en la historia política y constitucional española', que se desarrollará del 9al 13 de julio en la sede de la UNED de La Laguna.

Está previsto que Jaramillo informe sobre la documentación masónica que se conservan en los archivos españoles, aunque se referirá ampliamente a los de la Logia Añaza nº 270, que fue desarticulada en Tenerife tras el triunfo de las fuerzas franquistas en 1939, y es responsable del único templo masónico que se mantiene aún hoy en pie en todo el territorio nacional, situado en la calle de San Lucas de Santa Cruz de Tenerife.

El curso, que se centra en el estudio de las aportaciones de la masonería y de los masones españoles a la historia política y constitucional de España, incidirá especialmente en el desarrollo de la masonería en las islas, y en el mismo intervendrán también el catedrático de Historia de la Universidad de La Laguna, Manuel de Paz, quien será el encargado de impartir la conferencia inaugural que lleva por título 'La masonería en Canarias'.Otros de los especialistas que intervendrán son el cofundador del Instituto de Liberalismo krausismo y Masonería. Estudios Masónicos. Universidad Pontificia de Comillas, Pedro Álvarez, que disertará sobre la 'Naturaleza histórica de la Masonería'; y el arquitecto José Miguel Márquez, que revelará algunas de las claves de 'El trazado regulador del templo masónico'.En el curso de la UNED participará también el político socialista Jerónimo Saavedra, que analizará las relaciones entre 'Música y masonería', y el miembro del Supremo Consejo del grado 33, Jesús Soriano Carrillo, que expondrá 'La masonería y los derechos y libertades del ciudadano'.Masones destacados como Ramón Torres Izquierdo, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del grado 33, hablará sobre 'El Supremo Consejo del grado 33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado', mientras que el profesor de Derecho Constitucional de la UNED, Cayetano Núñez, y la profesora de Historia de la Universidad de Zaragoza, María José Lacalzada de Mateo, impartirán las conferencias 'Laicismo y masonería' y 'Una visión histórica de la mujer en la masonería', respectivamente.Además de estas materias, el curso contará con dos mesas redondas, en las que abordará los mitos y realidad de la masonería en España y cuál es su función en el mundo actual.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Masonería y Mediación


Artículo publicado en la revista http://www.masalladelaciencia.es/ nº 217/03/2007

Un folio y medio no da para mucho cuando se quiere hablar de masonería, pero esta limitación viene muy bien para obligarnos a ir a lo esencial y en este caso, lo esencial que quiero resaltar del método masónico es la virtud de la mediación porque me parece la más valiosa de todo el sistema y de una rabiosa necesidad en el mundo que estamos fabricando.

La intensificación de los intercambios de todo tipo y la importancia cada vez mayor de las diferentes redes de comunicación que unen el planeta, así como los grandes movimientos migratorios a los que estamos asistiendo, nos ponen en contacto íntimo con formas de vida y visiones del mundo que antes se encontraban separadas por grandes abismos de incomunicación. De ese contacto, a veces prejuicioso, otras gozoso, casi siempre problemático, pueden surgir malentendidos y conflictos fruto de los diferentes presupuestos sobre los que se asientan unas y otras maneras de entender la vida personal y colectiva. De hecho ya asistimos a varios y diversos conflictos que pueden considerarse en gran medida culturales en los que se pone a prueba el dogma de la irrebasabilidad de estos contextos culturales ¿podremos y sabremos buscar razones universales aceptables por todos más allá de la aparente limitación que impone nuestro horizonte de comprensión tan dependiente de nuestro lenguaje, de nuestro contexto. Para hacer frente a esos conflictos, para prevenirlos en la medida de lo posible y para superarlos cuando se produzcan, es preciso prepararnos moral e intelectualmente.

Desde su configuración inicial en las llamadas Constituciones de Anderson de 1723 la Masonería propone una forma de relación y de reflexión colectiva que pretende hacer de la Logia el Centro de la Unión entre personas de diferentes horizontes religiosos, culturales y sociales que pueden, gracias a la metáfora compartida de la construcción, tratarse fraternalmente, conocerse y, a partir de ese conocimiento efectivo y afectivo, llegar a un conocimiento más profundo de su propio ser, liberado de los prejuicios y apriorismos de las convenciones sociales y culturales. Es decir que la Masonería, desde sus orígenes, intuyó que el ser humano puede franquear esas dificultades de entendimiento y alcanzar acuerdos con el simple concurso de la razón y la honesta voluntad de atenerse a ella.

Pero el método masónico no es ingenuo, sabe muy bien que las diferencias que se convocan en la logia son fuente de problemas y por eso pone todo su acento en la construcción de un espacio y unos protocolos que garanticen la posibilidad de un diálogo fructífero: igualdad para asegurar una equidistancia entre los participantes; razón para asegurar la validez de los argumentos; libertad para asegurar la independencia de la opinión de cada uno libre de toda coacción y buenas costumbres que comprometen a todos a un uso respetuoso y ponderado de la palabra.

El propósito de método masónico no se limita a pactar acuerdos sin más; requiere además comprender al otro, comprender su situación y sus razones, de la misma forma que deseamos que los otros nos comprendan, porque no basta con llegar a convenios satisfactorios para cada una de las partes sino que tenemos que involucrarnos en los problemas del otro ya que también son los nuestros.

A partir de esa metodología que definiríamos en términos generales como hermenéutico-dialógica, podemos encontrar una fórmula válida para ver formas de conciliación cultural practicables en aquellos diferentes contextos en que una mediación está indicada.

En un mundo que corre hacia una globalización brutal, donde la multi-culturalidad será probablemente uno de los factores que más transforme el tono de nuestra vida cotidiana, pienso que la capacidad mediadora que subyace en el método masónico cobra una especial vigencia que no podemos permitirnos desdeñar en un escenario tan explosivo como el que estamos viviendo, en el cual, si la masonería pretende mantener su vocación universalista es evidente que tendrá que seguir trabajando en pos de la instauración de valores transculturales que todos los protagonistas puedan aceptar de partida, y esto deberá pasar obligatoriamente por un ejercicio de mediación cultural que lleve implícito la revisión de nuestras creencias más profundas y de nuestros apriorismos más ocultos.

Ascensión Tejerina

domingo, 22 de julio de 2007

SOBRE EL AMOR. Por Javier Otaola



La palabra amor en castellano tiene una gran potencia, de ahí que no se utilice con tanta frecuencia como en otros idiomas como el francés o el inglés.... Entre nosotros se dice más bien ·”Te quiero”, te aprecio, te estimo, rara vez te amo. La palabra amor entre nosotros parece reservada a los amores sublimes de la patria y de Dios, el Amor parece palabra reservada al discurso político y religioso. Sin embargo en masonería se utiliza, en todos los idiomas, con cierta frecuencia. En primer lugar de una manera visual se representa el Amor fraternal con El lazo de amor que recorre y envuelve las paredes de la logia. El lazo de amor señala el valor vinculante y unitivo que tiene el amor. El amor siempre es fundante y conlleva promesas y eso significa compromisos.

Dice Julián Marías con buen criterio que aunque se ha dado por canónica la definición del hombre como un ser racional quizá fuera más acertado y más esencial definirnos como seres amorosos. Es cierto que la racionalidad es una característica nuclear de nuestra condición pero nuestra necesidad de amor, de dar y de recibir amor, es más profunda y más extensa que nuestra vocación racional. Nuestra misma condición social o política viene impregnada de esa matriz de afectos sin la que no podemos vivir.

En segundo lugar, la logia como sociabilidad se funda sobre ese pacto asociativo en el que va implícita la consideración, el respeto mutuo, la paciencia, el interés por el otro...en definitiva al amor fraterno, que por otro lado tampoco está exento de sus ambigüedades. El método masónico que nos implica en un proceso de autoeducación integral no toca simplemente nuestro lado cerebral y racional sino que convoca a través de sus símbolos y en la vivencia de su propia sociabilidad nuestra inteligencia emocional y nuestros afectos. Si la logia fuera simplemente un lugar dedicado al raciocionio y al debate intelectual no sería algo distinto de un Ateneo y no tendría la virtualidad iniciática que tiene.

Ese carácter de la logia como fratria y la presencia de factores afectivos en la vida de la logia es lo que le da a esta intensidad y profundidad.

En el cuadro de oficiales de la logia, que componen entre todos ellos algo así como el conjunto de nuestras capacidades personales existe el Hermano Hospitalario, cuya joya es una bolsa con un corazón bordado, que representa de una manera simbólica y también eficiente la solidaridad no sólo con los hermanos y hermanas de la logia sino con toda la Humanidad.


El amor no es solamente un sentimiento, sino que es también un concepto eficiente y una verdad existencial.

Como verdad existencial el amor es una instalación vital, si se quiere una verdad psicológica y moral que arraiga en nuestra misma condición de mamíferos que hemos sido amamantados y cobijados en el pecho materno, y que hemos quedado impregnados y troquelados en esa necesidad de calor humano, de aceptación y acogimiento. [1]En el plano ritual cada tenida en logia se cierra siempre con un acto de representación material de ese lazo de amor que queremos ser mediante la Cadena de Unión en la todos los hermanos y hermanas, en pié, de la mano formamos un círculo en el centro de la logia antes de despedirnos, sintiendo físicamente mediante ese contacto el compromiso fraternal que nos une.Una buena imagen cinematográfica de esta verdad existencial es la escena de Rosebud en la película Ciudadano Kane, del gran, en todos los aspectos, Orson Wells, en la que se muestra que al final de su vida, un hombre temido y poderoso como Kane no ha encontrado en su poder ni en su riqueza la felicidad que inconscientemente añoraba y que viene representada por un modesto trineo con el que jugaba cuando era niño y cuando su corazón amaba y era amado.

El amor como concepto eficiente es la convicción racional, la contemplación intelectual de la unidad misma del género humano, más allá de sus diferencias y de las hostilidades y barreras culturales, históricas, o étnicas. Esa conciencia viva de que cada ser humano es en efecto en sus existenciarios igual a mí es el fundamento mismo del concepto de Humanidad.Es verdad que la palabra Humanidad ha sido manoseada y erosionada por discursos interesados, por la beatería de lo políticamente correcto y por aproximaciones ingenuas pero en el mundo de la globalización que vivimos cada vez es más verdad que Todo es Uno aunque ese uno sea a su vez plural y multicolor.

(c) Javier Otaola

[1] Nota: Estudio sobre el amor – Ortega y Gasset.

jueves, 5 de julio de 2007

LA VIGENCIA DE LA MASONERÍA

El tema que abordare en este artículo es acerca de la VIGENCIA ACTUAL DE LA MASONERÍA.

Esta pregunta es ya recurrente cuando los masones nos presentamos ante el público, junto con la otra cuestión Mujer-Masonería. Y es lógico que surja esta inquietud en una sociedad donde el desenfrenado consumo de lo nuevo, donde los anuncios te dicen que te están ofreciendo, hoy, ya, la tecnología del futuro con eslóganes tan sugestivos como “¡¡¡No espere 25 años para disfrutar de tal o cual maravilla, nosotros ya se la podemos servir!!!”, te deja corolariamente perplejo ante lo antiguo, sencillamente porque ya no se usa, porque no sirve, porque está anticuado. Y es que los masones tenemos mucho polvo de catacumbas, muchas telarañas encima…. Como las buenas botellas de buen vino en una silente bodega. ¡Que preocupante será el día en que la sociedad no sepa apreciar el buen caldo y sacie su sed con la “cola” del siempre mañana, que seguramente seguirá siendo la misma, pero más aerodinámica, más ergonómica!

Si el futuro no es la modulación del pasado sólo será la repetición del pasado. La amnesia nunca es aconsejable y se paga con sufrimiento. Ahí reside la importancia de la historiografía, de su fidelidad con los hechos y de la correcta interpretación de los mismos. El historiador es una pieza clave en el proceso civilizador.

Pero no teman que no estoy preparando el círculo para salirme por la tangente. La pregunta es lícita y voy a tratar de responder con la mayor honradez de la que soy capaz.

Evidentemente, solo voy a intentar hacer un sucinto acercamiento a la cuestión desde la óptica del estilo de Masonería que he practicado en la Gran Logia Simbólica Española.

LA MASONERÍA ES ACTUAL PORQUE LA ARQUITECTURA ONTOLÓGICA DEL SER HUMANO HA SIDO, ES Y SEGUIRÁ SIENDO SIEMPRE LA MISMA.

Si, como decía el profesor Ureña en una magistral conferencia a la cual tuve la satisfacción de asistir, Krause mantenía que la ocupación de la Masonería es atender a lo que es común a todos los seres humanos en cuanto que puro y completo humano, me voy a permitir ahondar en esta línea de razonamiento.

Si bien es difícil definir lo esencial del ser humano en una sola frase, podemos señalar como uno de los fundamentos de su existencia el pensar. El pensar es, esencialmente, pensar que se piensa a si mismo. En la libertad que nos viene dada por esta estructura del pensar radican las conquistas que el hombre puede llevar a cabo en distintas esferas. En el terreno ético y personal, la posibilidad de que podamos adueñarnos de nuestros propios valores y de asir el destino individual se asienta también en el comprender el a priori de los modelos en los que se basa la misma comprensión. Asimismo, dentro de la esfera política y social, el desarrollo de una ética y de unos criterios propios son los verdaderos cimientos de una democracia y de una sociedad participativa. Nuestra democracia, especialmente, necesita individuos capaces de obligar a la clase política, mediante una crítica sólida, a volver la mirada hacia la realidad e intereses genuinos de la sociedad. Éste es un trabajo que sólo puede ser el fruto de un pensamiento crítico, verdaderamente comprometido con lo humano y con la contundencia suficiente como para crear hábitos y tradición.

La Masonería apuesta, pues, por una sociedad de individuos capaces de hacerse a sí mismos y de apropiarse de sus valores éticos y morales. Todo su método se fundamenta en la provocación de este encuentro con uno mismo, con su ser, que debe necesariamente expresarse en términos de libertad y de autodeterminación. Pero para el masón, estas conquistas personales no son un hecho mientras no queden refrendadas por una inserción responsable en el seno de la sociedad, lo que le lleva a intentar conocer el mundo que le rodea.

Los talleres masónicos suelen ser foros de debates que ponen a prueba el grado de validez de las ideas de cada uno, su capacidad para defenderlas, mejorarlas y ejercer la tolerancia como cualidad indispensable para la convivencia.

Cuanto más compleja es la sociedad más necesario se hace este ejercicio, más profundo debe ser el análisis ético de las nuevas circunstancias que los acontecimientos van conformando porque estos son cada vez más profusos e interrelacionados, es decir, más complejos y más co-implicados. O el individuo se capacita en la construcción de su propia ética y de su propia interpretación del mundo para tomar sus propias decisiones, o tendrá que utilizar la ética de otros y la interpretación de otros. Serán otros los que te piensen.

En este sentido, pues, la Masonería, sigue teniendo constitutivamente la misma validez que siempre ha tenido, aunque haya que limpiar la bodega… con mucho cuidado de no remover demasiado las madres.


LA MASONERÍA ES MÁS NECESARIA QUE NUNCA PORQUE LOS RETOS QUE TIENE ANTE SÍ LA HUMANIDAD NO TIENEN PARANGÓN CON SITUACIONES ANTERIORES Y POR LO TANTO EL DEBATE ÉTICO TIENE QUE REPLANTEARSE MÁS QUE NUNCA EN TÉRMINOS DE UNIVERSALIDAD.

Pienso que el mundo de nuestros días viene determinado por cuatro líneas de acontecimientos que interactúan entre sí, y que se desarrollan con una gran autonomía respecto de las voluntades políticas o de los intereses generales. Son como grandes jinetes cuya figura aún anda definiéndose entre apocalíptica o caballeresca. Me refiero al crecimiento demográfico, el deterioro ecológico, el vertiginoso desarrollo tecnológico y la globalización. El régimen de cambios sociales, de mentalidades, de hábitos, de gustos y formas de vida, es tan vertiginoso que en pocas décadas tendremos instalada sobre la faz de la tierra una civilización que tendrá muy pocos parecidos con lo que hoy conocemos.

Y, sin embargo, el humano del mañana tendrá la misma estructura ontológica que el de hoy, y todo lo que será mañana se encuentra contenido en las posibilidades que hoy ya tiene ante sí. Todo dependerá de su sabiduría para escoger aquellas posibilidades que lo conduzcan a una vida con mayores oportunidades para la felicidad y menores tasas de sufrimiento. Para ello deberá centrar su desarrollo, como individuo y como grupo, en tres habilidades humanas, y en ellas radican nuestras propuestas de trabajo:
1) una creatividad que permita emprender el desarrollo integral y sostenible de los pueblos, DE TODOS LOS PUEBLOS.

2) una capacidad negociadora y mediadora que permita alcanzar acuerdos hacia nuevos sistemas éticos de aceptación universal y

3) una solidaridad inquebrantable con la vida.

Creo que si sabemos sobreizarnos sobre estas potencialidades humanas conseguiremos transfigurar a nuestros jinetes apocalípticos en buenos aurígas que tiren del carro del progreso.

Para el masón, estas propuestas no son más que a extensión de su propio método de trabajo y de los valores sobre los que se asienta: solidaridad, trabajo, libertad para construirse.

Este modelo de convivencia que es una Logia constituida en CENTRO DE UNION nos puede servir de inspiración para orientar la construcción de una sociedad que, protegiendo el florecimiento y respeto de las diferencias garantice que ninguna de ellas se erija en predominante y se adjudique privilegios. En definitiva estoy hablando de una sociedad LAICA entendiendo la laicidad, no como una práctica anticlerical (con la que desgraciadamente se confunde a menudo) sino como una definición normativa de alcance universal donde todo aquello que sea constitutivamente valido el ser humano, incluido el cultivo del sentimiento religioso, cada uno en su forma y medida, sea respetado e incluso protegido.

En un mundo que corre hacia una globalización brutal, donde la multiculturalidad será probablemente uno de los factores que más transforme el tono de nuestra vida cotidiana, pienso que la capacidad mediadora que subyace en el método masónico cobra una especial vigencia que no podemos permitirnos desdeñar en un escenario tan explosivo donde las placas civilizacionales norte-sur (por emplear la terminología de Huntington) se encuentran en plena actividad.

Si la masonería pretende mantener su vocación mundialista es evidente que tendrá que seguir trabajando en pos de la instauración de valores transculturales que todos los protagonistas puedan aceptar de partida, y esto deberá pasar obligatoriamente por un ejercicio de mediación cultural que lleve implícito la revisión de nuestras creencias más profundas y de nuestros apriorismos más ocultos.

Ascensión Tejerina
Ex Gran Maestra – Gran Logia Simbólica Española

domingo, 10 de junio de 2007

El BLOQUE CONSTITUCIONAL MASÓNICO


Una mirada jurídica sobre la normativa constitucional Masónica, a la luz de las teorías contemporáneas del derecho

Iván Herrera Michel
Ex Gran Maestro de la Gran Logia del Norte de Colombia


Para comenzar, ubicándonos en el contexto adecuado, debemos, recordar en aras de la sensatez, el que los Masones no constituyen una élite aparte del mundo secular. Muy por el contrario, se encuentran inmersos en una sociedad que han ayudado a construir y a cuyo estado de derecho se deben.

La normativa Masónica es una amalgama sui generis de la filosofía de los Principios Fundamentales ingleses, que son consuetudinarios y no constan por escrito (Landmarks, antiguos usos, etc.), y el Derecho positivo latino, que es escrito (Constituciones y Estatutos Obedenciales), en una mixtura que se fue amalgamando a lo largo de los últimos tres siglos de existencia simultanea de la Orden en países de tradición anglosajona y naciones de estirpe jurídica romana.

Para una mejor comprensión sobre la forma que adquieren las Constituciones y los Estatutos Internos de una Potencia Masónica – sea ella simbólica o escocista – y la manera en que debe concebirse sus obligaciones, el interprete debe ubicarse no solo dentro del necesario marco general de los Landmark y los Antiguos Usos y Costumbres, sino además del de los Derechos Humanos de primera generación (los de 1789 basados en la Libertad del individuo), los de segunda generación (de 1948 basados en la igualdad de todos los seres humanos), los de tercera generación (que corresponden a la solidaridad de la especie), y los de cuarta generación (que son los que corresponden a la sociedad de la comunicación), así como también del de los derechos fundamentales recogidos por la legislación nacional. A esta manera de concebir la normatividad, la doctrina jurídica contemporánea la denomina Bloque Constitucional.

Aunque en la Masonería existe desde mucho antes sin ese nombre, el concepto de Bloque de Constitucionalidad en la legislación civil es relativamente nuevo. Surge del Derecho francés en los albores de la década de los años 70 formalizado jurisprudencialmente por primera vez por el Consejo Constitucional galo en una sentencia del 16 de julio de 1971.

No es esta, una mera formulación actualizada del discurso jurídico con que la Orden se presentaría a la crítica exterior, sino la forma en que las discusiones internas deben ser enfocadas a la luz de la legislación vigente.

Naturalmente, temas como el de la exclusión y/o la reivindicación de la igualdad y el derecho a la diferencia, el de los discapacitados, las mujeres, las diferentes formas de familias, las diversas preferencias sexuales y los no creyentes, para solo citar unos ejemplos, deberán ser abocados, mas temprano que tarde, por todas las Grandes Logias Liberales y Regulares dentro de este concepto del Bloque Constitucional Masónico a que nos hemos referido, en donde primero está la sociedad y después el individuo. Y primero los Derechos Humanos y después la norma escrita.

Este cambio de la interpretación textualista de la ley por la interpretación por principios o valores, - a la cual los Masones no somos ajenos -, y que implica un giro radical en la forma de entender el derecho, está motivado por la incapacidad del positivismo para responder a la relación, a veces contradictoria, entre la ley y la sociedad, ya que es claro que la sola letra escrita no ha sido suficiente.

No obstante lo anterior, conviene resaltar que esta hermenéutica no constituye de ninguna manera una patente para que el juez Masónico oficie de legislador, haciendo caso omiso a la normatividad vigente, sino más bien es un énfasis en la visión de conjunto que le debe asistir en el ejercicio de sus funciones. Esta sujeción al orden total se llama proporcionalidad jurídica.

Es proverbial la tendencia de los Masones al momento de encarar la normativa interna de la Orden de aplicar la argumentación del ahora llamado Bloque de Constitucionalidad, entendiendo que no solo está en su cúspide Kelseniana la Constitución escrita, sino que este hoy está por encima de ella. La diferencia con el mundo civil estriba en que el Bloque Masónico incluye mandatos no escritos que apreciamos sobremanera y que son difíciles de precisar y explicar por escrito.

Naturalmente, los jueces civiles deben velar por que se cumplan en toda asociación que funcione dentro del territorio nacional las garantías que los ciudadanos disfrutan en un estado democrático, pero además de eso, y en lo que no las contradiga ni las niegue, deben aplicar complementariamente el sistema de valores institucionales y aquellos principios que, sin aparecer formalmente en el articulado escrito, son utilizados como parámetros para la cultura organizacional, ya que también forman parte integral de ese Bloque.

Es un posicionamiento que pocas veces aceptan los jueces civiles al momento de dirimir conflictos generados al interior de un ambiente Masónico. Y al que en ocasiones observan con desconfianza.

De allí, que lo mejor es que los Masones concilien sus diferencias con equidad y fraternidad antes de acudir a las cortes exteriores.

jueves, 31 de mayo de 2007

Sarkozy sigue adelante con su proyecto de promover un bloque de países Mediterráneos

Un Mediterráneo al margen de Europa
Sarkozy propone un proyecto de Unión Mediterránea limitado a los países ribereños

Nicolas Sarkozy quiere crear una Unión Mediterránea, una nueva organización internacional formada exclusivamente por los países ribereños del gran mar interior, tal vez con el añadido de Portugal, pero al margen de la Unión Europea (UE). El presidente francés considera que el llamado Proceso de Barcelona, nacido en 1995 en la capital catalana con el nombre de Asociación Euromediterránea, que vincula al conjunto de países de la UE con los países de la ribera sur y del Este del Mediterráneo, ha fracasado, precisamente por su vinculación con Bruselas.


Hoy, en Madrid, intentará convencer al presidente del Gobierno español de que le siga en un proyecto que buena parte de la diplomacia española no ve con buenos ojos, porque considera que el diálogo entre las dos orillas del Mediterráneo debe implicar a todos los países de la UE, no sólo a los ribereños. Y también sospecha que detrás de las pretensiones del nuevo jefe de Estado francés los objetivos más importantes de este proyecto están estrictamente relacionados con su agenda doméstica.


Por un lado, Sarkozy pretende con esta operación ofrecer una compensación a Turquía en reparación por el veto francés a su entrada en la UE, aunque Ankara se ha apresurado a dejar claro que no acepta el trueque; por otro, Francia pretende crear un espacio geopolítico en el que ejerza un cierto grado de hegemonía para compensar su pérdida de influencia en el conjunto de la UE, especialmente desde la ampliación.


Asimismo, el nuevo jefe del Estado francés -ministro del Interior en varios Gobiernos- contempla también la oportunidad de disponer de una herramienta para coordinar la política migratoria y los temas de seguridad relacionados con el terrorismo. La idea de Sarkozy, sin embargo, tiene todavía unos contornos poco definidos cuando se desciende a lo concreto. La doctrina original puede encontrarse en el discurso electoral que pronunció el pasado 7 de febrero en el puerto francés de Tolón -base tradicional de la flota-; un texto lleno de referencias a los orígenes de la cultura occidental pero que básicamente señala que el diálogo entre Europa y la otra orilla del Mediterráneo está destinado al fracaso si se realiza a través de la Unión Europea.
Es en Tolón donde Sarkozy da por muerto el Proceso de Barcelona. "El diálogo imaginado hace 12 años", sentenciaba entonces el todavía candidato al Elíseo, "no ha alcanzado sus objetivos". El fracaso era previsible, aseguró, "porque ya entonces las prioridades de Europa se situaban al Este" y porque el comercio se había impuesto sobre los otros campos, cuando en realidad "era la cooperación la que debía tener la prioridad".


Como el G-8
En su opinión, el diálogo entre Europa y el Mediterráneo "es capital" pero está condenado al fracaso "si se trata únicamente de hacer dialogar" la UE con el Magreb. Sarkozy propone dejar a un lado a los países "de segunda línea", los países europeos no ribereños, y crear una nueva organización internacional al margen de la UE que podría organizarse, apunta, en torno a encuentros periódicos de sus jefes de Estado y de Gobierno como en los encuentros del G-8, y que "dispondría de un Consejo del Mediterráneo como los europeos tienen el Consejo de Europa". El portavoz del Elíseo, David Martinon, aseguró ayer que Sarkozy cuanta con el apoyo del jefe del Gobierno italiano, Romano Prodi, que le visitó el pasado lunes.


El diplomático español Senén Florensa, actual director general del Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), explica que el Proceso de Barcelona se puso en marcha en 1995, cuando se planteó la ampliación de la UE a los países del Europa central y del Este que había recuperado su soberanía, para compensar la pérdida de peso de la Europa meridional y anticipar los problemas que pudieran producirse en la frontera sur de Europa. Florensa considera un error "desenganchar a la UE" del diálogo mediterráneo y reivindica el trabajo realizado durante los últimos 12 años, en los que se han invertido fondos, conocimientos y energía en el desarrollo de fondo de los países del sur.


El nuevo Gobierno francés no se ha puesto en contacto con los responsables del Proceso de Barcelona. "Celebramos que Francia quiera dar una nueva prioridad al Mediterráneo", dice Florensa, "pero pedimos que lo haga aprovechando los esfuerzos de estos años". "El Proceso de Barcelona no ha fracasado", asegura, "son proyectos a largo plazo centrados en temas como la alfabetización, la formación de funcionarios, la creación de redes democráticas y ciudadanas, la modernización de las Administraciones o los sistemas sanitarios", explica. Y lamenta que el Proceso de Barcelona no haya generado la suficiente información y presencia en los medios como para valorar el trabajo realizado en sus 12 años de existencia.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Don Diego Martínez Barrios. Un gran hombre olvidado por la historia

Condena por masón a Diego Martínez Barrio, último presidente de la II República

Texto de la sentencia contra Diego Martínez Barrios. Emitida el 11 de septiembre de 1941 por un Tribunal presidido por el general Saliquet, con los vocales González Oliveros y Pradera. El proceso se inicio el 19 de junio de 41 y se cerró el 15 de octubre del 46. Los documentos se hallan en el Archivo General de la Guardia Civil, sección Masónica.
En Madrid a once de Septiembre de mil novecientos cuarenta y uno, el Tribunal Especial para Represión de la Masonería y del Comunismo, en el sumario número ochenta del Juzgado Especial Uno, y doscientos seis del Tribunal, seguido por delito previsto en la Ley de 10 de marzo de 1.940, en contra del procesado en rebeldía DIEGO MARTÍNEZ BARRIO, mayor de edad penal y de ignorado paradero:

1º RESULTANDO: Que DIEGO MARTINEZ BARRIO, afiliado a la Liga de los Derechos del Hombre, de la fue presidente de Honor y Vicepresidente de la Junta Nacional Reorganizadora, ingresó en la Masonería en mayo de mil novecientos ocho, con el nombre simbólico de "Vergniaud" y tras una intensa actuación dentro de la secta alcanzó el grado 33, "Soberano Gran Inspector Comendador" y sucesivamente los cargos de "Venerable Maestro" de la Logia "Isis nº 350" en mil novecientos catorce, reelegido para mil novecientos quince. "Venerable Maestro" de la Logia "Isis y Osiris" de Sevilla, nº 337 en mil novecientos quince, "Gran Maestre" de la Gran Logia Simbólica Regional de Mediodía de España en mil novecientos veintinueve, "Gran Maestre Nacional" del Grande Oriente Español y también cargos en logias extranjeras, como el de "Grande de paz y amista" del Grande Oriente del Brasil en mil novecientos treinta y tres.
A este escaso reflejo de sus actuaciones en el seno de la secta, hay que añadir una continua u celosa actividad masónica en la vida pública y política y una finalidad, nunca olvidada, de infiltrar en los organismos públicos y en toda la vida nacional, los postulados masónicos, según es notorio. En toda su larga vida política siempre se inspiró en la antipatriótica tendencia masónica, adulterando las situaciones de matiz moderado en que actuó, alentando la subversión al iniciarse el Movimiento con utilización de toda la red masónica, que manejaba, y alentando la revolución con todas sus energías y poderes durante el transcurso de la Cruzada salvadora. Aún hoy, como también es notorio, dirige a la masonería y la encamina en contra de los poderes del Estado. Hechos que se declaran probados.

2º RESULTANDO: Que durante la celebración del juicio ante este Tribunal, el Ilmo. Sr. Fiscal formuló como acusación definitiva la de reputar al procesado como autor, con todo género de agravantes, del delito de masonería que define y sanciona la Ley de 1º de marzo de 1.940 y pidió la pena de treinta años de reclusión mayor, con las accesorias de inhabilitación absoluta y expulsión.

1º CONSIDERANDO: Que los hechos declarados probados constituyen el delito de masonería que define el artículo 4º de la Ley de 1º de marzo de 1940 ya que el procesado con su alta y significada graduación masónica, no ha sido baja en la secta.

2º CONSIDERANDO: Que de tal delito es responsable el procesado en concepto de autor de delito consumado.

3º CONSIDERANDO: Que los hechos probados arrojan, en contra del procesado, las circunstancias agravante del alto grado masónico ostentado, de haber formado parte de la Gran Logia Española, concurrencia a asambleas nacionales, y haber desempeñado los cargos de más alta confianza en la secta: en una palabra se dan todas y cada una de las circunstancias agravantes que definen en el artículo 6º párrafo 1º de la Ley mencionada. Procede, en consecuencia, la aplicación de la penalidad prevista en el grado máximo de su extensión.

4º CONSIDERANDO: Lo que en cuanto a Responsabilidades Civiles perceptua el artículo 8º de la Ley aludida, en su relación con la de nueve de febrero de 1939.

Vistos los artículos citados de la Ley de Represión de la Masonería y del Comunismo, los concordantes y relacionados de la misma, el artículo 142 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, los artículos 30 y 44 del Código Penal.

FALLAMOS: Que debemos condenar y condenamos al rebelde DIEGO MARTINEZ BARRIOS como autor de un delito consumado de masonería, con la concurrencia de solas circunstancias agravantes, a la pena de treinta años de reclusión mayor, con sus accesorias de interdicción civil, inhabilitación absoluta, extensiva, además, a cargos en entidades subvencionadas y empresas concesionarias, gerencias y Consejos de Administración en empresas privadas, así como cargo de confianza, mando y dirección en las mismas. Para la fijación de las responsabilidades civiles, remítase testimonio de esta sentencia al Excmo. Sr. Presidente del Tribunal Nacional de Responsabilidades Políticas. Notifíquese esta sentencia en la forma que la Ley previene para los rebeldes, remitiendo testimonio de lo conveniente al Excmo. Sr. Ministro de la Gobernación a los efectos de la publicación en el Boletín Oficial del Estado, y para ejemplaridad y mayor difusión suplíquese la publicación de referencia de este fallo a Ilmo. Sr. Jefe del Servicio Nacional de Prensa y Propaganda.

Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACION.- Leída y publicada la anterior sentencia por el Excmo. Sr. Presidente y estando celebrando audiencia en los Estrados del Tribunal, Madrid a trece de Septiembre de mil novecientos cuarenta y uno. Doy fe.

Este sevillano ejemplar no pudo regresar a su tierra en vida, pero la añoró siempre. Fue una persona de gran sencillez y humanidad, siempre comentaba a sus amigos cuánto echaba de menos a Sevilla, sus gentes, su clima, sus costumbres...... Murió en París en 1962. Sus restos descansan ya en la paz del Cementerio de Sevilla desde el año 2000. Es uno de los grandes olvidados de la historia.

jueves, 10 de mayo de 2007

Ciudadanía e identidad

Javier Otaola.- Ciudadanía e identidad.

Este libro trata de las contradicciones entre la pertenencia cívica –vinculada al cosmopolitismo de los valores democráticos- y las pertenencias comunitarias de cultura, religión o etnia. A pesar de la aparente hegemonía del discurso cívico-político, que predomina en nuestra teoría política, nuestra práctica está sin embargo atravesada por identidades compactas, voces ancestrales y casticismos más o menos razonables. Esa tensión entre la democracia como valor político universal y nuestras pertenencias “tribales” de “la tierra y de la sangre” es consustancial a la historia de las ciudades y de la ciudadanía precisamente porque es en el medio urbano donde esas identidades sufren la presión de lo extraño y la atracción de lo cosmopolita.El magma sentimental de nuestras pertenencias elementales no puede ser simplemente negado porque todo sentimiento reprimido es doblemente peligroso, habrá que hacerle por lo tanto un sitio al sol de la ciudad; pero teniendo siempre bajo vigilancia la tentación del casticismo como espuria legitimidad politica.

EL MEDITERRANEO: ¿FOSO O PUENTE? - HACIA UNA CULTURA MEDITERRANEA

Sarkozy en su primer discurso posterior a ganar las elecciones tuvo palabras de fraternidad para el arco mediterráneo, al asegurar que era el momento de establecer una unión mediterránea tal y como lo hizo Europa hace 60 años. Anteriormente en su visita a Madrid había dicho "el futuro esta en el sur, se juega en el Mediterráneo"





La Unión Masónica del Mediterraneo donde se encuentran los siguientes países: Francia, España, Italia, Grecia, Líbano, Marruecos y Portugal viene desde hace años trabajando en este sentido sabiendo lo importante que es construir la unión de países mediterráneos.

El 24 de febrero del 2006 con motivo de las VI jornadas que se celebraron en Atenas, España participo con el siguiente discurso:













EL MEDITERRANEO: ¿FOSO O PUENTE? HACIA UNA CULTURA MEDITERRANEA

Es un hecho indiscutible que los países de la cuenca del mediterráneo forman una unidad, al menos desde los puntos de vista geográfico, medioambiental e histórico. No voy a gastar tiempo en demostrar esto que acabo de decir porque ya está suficientemente debatido. Sobre esta unidad infraestructural (y voy a considerar la dimensión histórica como infraestructura para este caso), se ha superpuesto un conjunto de conocimientos, costumbres, creencias y cosmovisiones, suficientemente compartidas por todos los pueblos que habitan el litoral mediterráneo, como para que podamos atrevernos a calificar dicho conjunto de cultura mediterránea.

Sin embargo, esta cultura no se ha desarrollado hasta el punto de generar también una unidad - o al menos una homogeneidad - en el ámbito de lo social, lo económico, y lo jurídico. ¿Cómo es posible que una región del mundo que se considera una de las cunas civilizacionales de la humanidad y que ha mantenido a lo largo de milenios una de las mayores tasas de interacción social entre sus pueblos, no haya podido diseñar un proyecto común que permita unas relaciones simbióticas entre ellos?

En mi análisis del año pasado en Tarragona decía lo siguiente:

"El partenariado buscado entre las dos orillas no cuaja. ¿Es un déficit de confianza mutua? ¿Es un problema de diagnóstico? ¿Los discursos políticos están demasiado alejados del sentir del hombre de la calle? ¿Es una cuestión de incompatibilidad cultural? Quizá sean todas estas razones juntas. En cualquier caso, estas dificultades no pueden hacernos abdicar del objetivo que nos hemos propuesto: acumular razones para que pueda emerger una cultura de buena vecindad en la que los problemas del vecino sean percibidos como problemas propios. Esa cultura de buena vecindad solo puede crearse a partir del intercambio, en todos los órdenes de la vida, entre todos nuestros pueblos; de co-implicarnos en la construcción del marco común de derechos y deberes que tenemos que darnos, cada vez con más urgencia. Tenemos que ser capaces de identificar nuestros problemas comunes, de elaborar un lenguaje común para gestionarlos y de pactar los términos de nuestra aspiración común de paz y solidaridad."

Hoy, mi propósito es seguir analizando las causas que siguen dificultando la construcción de una unidad mediterránea.

Para ello me gustaría empezar, para no caer en la tentación de dejarnos cautivar por una imagen idílica de nuestra región mediterránea, con un catálogo de problemas y conflictos que la azotan.

Según el experto Paul Balta podemos clasificar los conflictos del Mediterráneo en dos grandes grupos: los conflictos herencia de un largo pasado y los conflictos propios de la situación de la segunda mitad del siglo XX.

Los conflictos herencia del pasado tienen su origen en que el Mediterráneo es la cuna de las tres religiones monoteístas reveladas:

1. El conflicto árabo-israelí.

2. Conflictos étnico-religiosos:

- Enfrentamiento entre griegos y turcos en Chipre y la cuestión armenia.

Otros conflictos tienen un origen más reciente, en la segunda mitad de este siglo:

3. Conflictos territoriales fronterizos fruto de la descolonización:

- Magreb: Argelia-Túnez, Argelia-Marruecos, etc.
- Sáhara Occidental.

- Egipto-Sudán.

- Siria sobre Alejandreta y Líbano.

- Palestina

4. Conflicto entre comunidades apoyadas por diferentes potencias regionales:

- Líbano es el caso emblemático.

5. Conflictos con las minorías:

- País Vasco, Córcega, Kosovo, Kurdos, Beréberes y el silencioso éxodo de los cristianos de Oriente: Jerusalén, Egipto, etc.

6. Instrumentalización del Islam con fines políticos: provoca conflictos con grupos armados en:

- Argelia, Egipto, Libia, Palestina.

Y dentro de la tipología establecida por Paul Balta, Javier Cisneros, Coordinador de Proyectos de Cooperación MED Forum establece dentro de este grupo de conflictos de origen reciente, un tercer grupo de conflictos, o mejor, de causas de conflictos:

7. Enfrentamiento internos entre regímenes autoritarios y los defensores de los derechos humanos.

8. Desequilibrio económico entre el norte y el sur.

9. Flujo migratorio hacia el norte (percibido por el norte como una amenaza: xenofobia asociada).

10. Control sobre el agua (ya se ha producido en los Altos del Golán).

11. Dependencia energética del norte : hidrocarburos y gasoductos.

12. Rivalidad estratégica Europa-EE.UU. en el Mediterráneo (mando sur de la NATO).

Pero, con ser innumerables y graves los problemas, ¿son estos verdaderamente las causas por las que no se consigue avanzar proporcionalmente a los esfuerzos y medios puestos en acción? Yo me atrevo a señalar tres otras razones que por ser más estructurales y de fondo no son específicas de la región mediterránea.

Primera, una desconfianza mutua entre Occidente y el Islam

El Islam percibe mal un occidente cuyos valores no comparte pero cuyo bienestar desea, mientras que occidente no se fía de un Islam imprevisible, cada vez más sometido al fundamentalismo, pero cuyo petróleo y gas necesita. No olvidemos la presencia de la Flota Naval Permanente de la OTAN en el mediterráneo.

Además, el déficit de democracia y en el terreno de los derechos humanos en los países del sur, producen una asimetría que dificulta la co-gestión de los problemas.

Segunda, el deterioro de los términos de cambio.

La permanente erosión del poder adquisitivo de las monedas fuertes utilizadas en las transacciones internacionales juega siempre en contra de los países del sur que venden sus materias primas y energía con poco valor añadido pero importan de occidente productos de alta tecnología y gran valor añadido. Esta característica estructural de la economía de mercado aumenta progresiva e indefectiblemente el foso que separa el Norte del Sur.

Tercera, la lógica de los bloques.

Independientemente de las razones históricas que han favorecido la aparición de la Unión Europea y el mismo fenómeno no se haya producido en la ribera sur del mediterráneo, el hecho cierto es que hoy, los países del norte de la región forman un bloque económico, político y social cuyos intereses globales entrarían en conflicto con los de un hipotético nuevo bloque, el de los países de la cuenca del mediterráneo, si estos intentaran progresar en la construcción de un espacio común que fuera más allá de los intercambios privados que pudieran establecerse entre las dos orillas. Dentro de este contexto, todos los recursos que el norte pone encima de la mesa para fomentar el partenariado en la cuenca mediterránea no buscan corregir los déficits estructurales sino contrapartidas comerciales.

Esta situación demuestra que si bien el norte está dispuesto a cooperar en el mediterráneo, no ha dado todavía el paso para la construcción de un espacio común co-gestionado. Pero el sur tampoco.

Mientras llega ese momento habrá que seguir preparando el terreno para recibir la construcción que se pretende. Nosotros, como masones, sólo podemos poner en obra nuestras herramientas para la progresión de las mentalidades hacia la defensa de los derechos humanos: libertades, paz, democracia, minorías, mujer, infancia, desarrollo de la autonomía individual, etc., hacia sistemas políticos democráticos y laicos. Para este fin es importante la implantación y desarrollo de la Masonería en los países de la orilla sur porque es un vector de progreso nada despreciable. En este sentido deberíamos pasar a la acción con planes concretos.

No quisiera despedirme sin expresar mi reconocimiento a los organizadores de estas jornadas por el esfuerzo y la paciencia que han demostrado para hacer que estos eventos sean recordados y esperados.

Ascensión Tejerina
Gran Maestra Gran Logia Simbólica Española